Discernimiento vocacional
¿Qué es y cómo hago discernimiento vocacional?
Escrito por J. Armando Muñoz V.
¿Te has preguntado qué quiere Dios de ti y qué puedes hacer para descubrirlo? ¿Y si la vida que estás llevando no es el mejor camino para alcanzar tu felicidad y santidad?
Llamamiento
Antes que nada, hablemos un poco sobre el discernimiento: éste es una actitud de vida más que una actividad que se lleva a cabo de vez en cuando ya que el discernimiento quiere encontrar la voluntad de Dios en toda ocasión y ésta no es estática, por ello no se le puede encontrar de una vez y ya, su voluntad se hace específica para cada situación de nuestra vida. Es un estilo de vida a la luz del Evangelio, y tiene sus raíces en la libertad, ya que una libertad responsable trae consigo el ejercicio del discernimiento para elegir siempre lo mejor.
El fin del discernimiento es encontrar cómo podemos disponernos de la mejor manera para hacer lo que Dios quiere, porque ahí encontraremos la realización personal, incluyendo el encontrar qué es lo que Dios quiere de toda nuestra vida en conjunto: este es el tipo de discernimiento que busca el estilo de vida a adoptar, es el discernimiento vocacional.
Sus dificultades
Cuando se está en discernimiento vocacional no se está buscando lo que al sujeto más agrada o menos incomoda, tampoco es una excusa para no actuar (no me quedo discerniendo toda la vida, debo elegir). El Padre nos ama personalmente y ha pensado para nosotros un proyecto que nos hará plenos en todas nuestras dimensiones, es una propuesta de parte de Dios para regalar un estilo de vida que “cae” perfectamente dentro de la Iglesia. Un lugar que nadie, sino tú, puede ocupar. A encontrar esto, la vocación específica, tiende el discernimiento vocacional.
La vocación específica es un asunto de Dios, hay que entrar en sus horizontes para encontrarla. Esta actitud de “ponerse ante Dios” no significa un no-hacer-nada sino que debemos de utilizar nuestras capacidades intelectuales y nuestros deseos para que éstos también se pongan en disposición de encontrar la voluntad de Dios dentro de la oración.
En contacto profundo con Jesús
Es Jesucristo el centro de toda vocación ya que sólo a través de él se descubre el hombre a sí mismo y sólo con él se accede a Dios, por ello, el discernimiento vocacional requiere de un conocimiento de Jesús. No sólo intelectual (saber cosas sobre él) sino más bien de encuentro con él. Se requiere ser un amigo de Jesús para disponernos a hallar lo que quiere de nosotros. El trato con Jesús en la oración, en la vivencia de los sacramentos (Eucaristía, confesión, etc.), el servicio a los hermanos a semejanza de Cristo hace surgir en nosotros un deseo de hacer lo que Dios nuestro padre quiera para nosotros, porque descubrimos que su amor dispone para nuestras vidas siempre lo mejor.
Herramientas clave del discernimiento
El discernimiento vocacional debe aplicarse a las aptitudes ya que cierto tipo de vidas son compatibles con cierto tipo de cualidades humanas, espirituales, morales. Hay algunas vocaciones que exigen algunas cualidades en quien se siente llamado, en la medicina, por ejemplo, se debe de tener inteligencia y voluntad para dedicarse a un estudio tan comprometido y dotes de comprensión y compasión hacia los enfermos.
Lo que el Señor te regala: tus talentos
Por otro lado, la sabiduría de Dios ha dado dones y capacidades (talentos naturales, carismas sobrenaturales) que te hace único, para que con ellos abones a la construcción del cuerpo social y eclesial. El hecho de que poseas todo ello no es obra del azar, sino del destino que Dios proyectó para ti. Para que tus dones y talentos te ayuden en tu discernimiento vocacional examínalos y pregúntate ¿qué escribió Dios en mí a través de los dones que me ha dado? Si a ti, por ejemplo, se te facilita la palabra en público, podría ser una pista sobre el camino que debes de tomar.
Tu vida hablando
La historia de vida es también una herramienta de discernimiento vocacional. Ve pensando en aquellos momentos los cuales te han dejado una especial enseñanza. Cuáles de tus experiencias te dejan claridad sobre algo que te gusta de manera especial, o te han hecho reflexionar sobre lo que quieres hacer para tu vida. Piensa en los momentos en donde has sentido mucha alegría y que te han hecho crecer como persona.
En todas las experiencias se pueden descubrir pistas sobre la voluntad de Dios. Recuerdo, por ejemplo, mi propio testimonio de discernimiento cuando me di cuenta que muchas de las actividades que había disfrutado hacer a lo largo de mi más temprana juventud se realizaban plenamente en el ministerio sacerdotal, aspecto que habría pasado inadvertido de no haberme echado un clavado en mi historia de vida.
Dios que te habla
La inspiración de Dios que se da directamente en tu alma es otro criterio para el discernimiento vocacional. Decimos que Dios inspira cuando él regala sentimientos de alegría, de bienestar espiritual, de ganas de amarlo. Cuando esos sentimientos animan a entregarse más a Dios y a los hermanos, cuando se disfruta de la paz que viene del Señor. Una experiencia así es un regalo que el Señor nos da para señalarnos el camino para seguir, si hay paz de Dios en tal pensamiento o en alguna obra, o en algún estilo de vida ¡adelante por ahí!
Un camino privilegiado
Un camino que también usa Dios es el de la revelación que es, ciertamente, menos frecuente. Ha sucedido a santos y beatos de nuestra Iglesia, son quienes reciben de Dios tal certeza sobre su vocación que ya no preguntan más, es un camino menos frecuente, pero posible para el Dios de la vida.
El discernimiento, un regalo
El proceso del discernimiento vocacional es una experiencia sin igual, uno pensaría que, como es un medio para encontrar a encontrar la vocación, sería muy difícil, tedioso, insípido, pero en realidad es un proceso lleno de vida, un camino que se transita no solo, sino de la mano con un Amigo que acompaña, que impulsa, que ama. Un proceso que compromete toda tu persona, tus cualidades, tu esfuerzo y tiempo, un proceso que tiene raíz y sentido en el amor.
Bibliografía: Discernimiento vocacional. “Diccionario de Pastoral Vocacional” Ediciones Sígueme.