58.- Al Espiritu Santo por las vocaciones
¡Espíritu de la Verdad, que has venido a nosotros en Pentecostés para formarnos en la escuela del Verbo Divino, cumple en nosotros la misión para la cual el Hijo te ha enviado!
Invade con tu presencia nuestros corazones y suscita en muchos jóvenes el deseo de todo cuanto la vida tiene de verdaderamente grande y bello, deseos de perfección evangélica y de pasión por la salvación de las almas.
Socorre a los obreros de tu mies y fecunda espiritualmente su esfuerzo por el camino del bien.
Mantén nuestros corazones totalmente libres y puros, y ayúdanos a vivir en plenitud el seguimiento de Cristo, para que podamos gustar un día, como último don tuyo, el gozo que jamás tiene fin. Amén.