23.- Me llama tu voz
Desde todos los rincones,
me está llamando tu voz.
Siento muchos ojos que me miran.
Oigo tu palabra
en muchas voces que me gritan.
Y en aquellos que me necesitan,
veo tu mano extendida.
Eres Tú quien me pregunta
cuando veo ese niño hambriento,
o esa madre extenuada
con su hijo a la espalda.
Sé de muchos hombres
que no oyen tu evangelio,
y de otros que malviven
en chabolas malolientes.
Y todos ellos me gritan en silencio,
que no viva tan tranquilo.
¿Qué puedo hacer yo?
Ese hombre sin ganas de vivir
porque no encuentra sentido a su vida,
tantos que viven sin fe
y no conocen el evangelio;
otros que están enfermos
y no encuentran consuelo.
En todos ellos
y desde todos los rincones
de la tierra
me está llamando tu voz.